Image Alt
 • Peluquería es Moda  • Pelo y moda: porqué estamos preparados para el cambio

Pelo y moda: porqué estamos preparados para el cambio

A algunas personas les gustan las tendencias y cambiar de imagen. Otras, se mantienen fieles a la misma estética durante años. Eso es debido a que algunas modas las relacionamos con buenos momentos vividos y que, por eso, otras veces nos mostramos reticentes a cambiar.

¿Por qué nos gusta tanto cambiar de look? ¿O mantenernos fiel al que ya tenemos? Está claro que las razones son siempre subjetivas y un reflejo de cómo somos o del momento que atravesamos. En la necesidad de cambio o no hay siempre motivaciones íntimas. “Todos en la vida superamos etapas, dificultades que si son bien aprovechadas nos hacen crecer y evolucionar. Y cuando estamos en nuestra pequeña cima personal, cuando creemos haber alcanzado el clímax de ese momento vital, sentimos la necesidad de cambiar nuestros códigos estéticos, si los antiguos ya no nos representan. Y esto es así porque la imagen es una manifestación palpable de algo que ha sucedido dentro de nosotros, porque nuestra parte interior está muy conectada con la exterior.”, explica M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).

Las personas estamos en un constante cambio y la expresión de que ya no somos los mismos son esos cambios de imagen, a veces personales, otras sociales. Las tendencias no son creadas o recreadas por azar. Y en este cambio reproducimos el ciclo natural de renovación, aquel que deja morir algo, para que nazca lo nuevo. “Los seres humanos somos los únicos del planeta capaces de crear cultura, de dejar un rastro de nuestra interpretación de nosotros mismos y del mundo. Necesitamos reflejar pensamientos, emociones y proyectarlos de forma individual y en grupo. La transformación que experimentamos siempre surge del interior y llega al exterior en forma de prendas y trabajos de peluquería y las tendencias son una señal de ella.”, afirma Jose Garcia de Jose Garcia Peluqueros desde Pamplona.

La moda, por tanto, es un viaje de exploración. En ocasiones nos sentimos inconformistas con el yo de cada día y deseamos avanzar, progresar en el sentido más íntimo y emocional y las tendencias nos acompañan en el diseño de esta regeneración. “La moda te ayuda a plantearte cómo vas a dar un nuevo paso en tu vida y una manera de trabajar ese desafío es a través de la imagen: cambio de peinado, de estilo de vestir…Cuando has acabado una relación fallida o vas a cambiar de trabajo, empezar la universidad…es el momento en el que te replanteas quién eres y si lo que ves en el espejo se corresponde con lo que sientes. Evitar los desajustes en esos dos ámbitos son fundamentales para no tener la sensación de vértigo, de que hay una ruptura entre lo que se ve y lo que se es”, asegura Alexander Kiryliuk de SK Style Barcelona desde Barcelona.

La moda, sin embargo, es también una cuestión personal. No se trata de copiar lo que uno ve, sino de conocerse y ser consciente de cómo lo que se nos ofrece nos ayuda a crear una imagen o marca personal. “En la moda, en las tendencias, debe haber siempre una aportación personal, una elección que es el resultado de una búsqueda y un hallazgo propio. Debemos crear un estilo y seguir haciéndolo evolucionar con el tiempo. La moda es una oportunidad para la autenticidad y no para la copia. La primera deja huella, la segunda revela inseguridades.”, nos cuenta Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).

También se ha descubierto sentimos preferencias a las formas, los patronajes de las prendas que vimos por ejemplo en nuestra madre cuando éramos pequeños. Eso queda en el inconsciente como algo conocido, familiar, agradable y puede que de adultos sintamos preferencias por las mismas cosas. Del mismo modo, los malos recuerdos en la infancia pueden crearnos rechazo por ese tipo de prendas. “Sentimos preferencias por las tendencias o las prendas que llevábamos en momentos en los que nos hemos sentido bien, los tiempos felices. Hay un elemento de inclinación emocional y de sentimiento de seguridad con respecto a antiguas representaciones o códigos que relacionamos a momentos en el que todo era fácil y nos era dado sin esfuerzo. Por eso mucha gente parece ajena a las tendencias y se queda congelada en un momento.”, declara Raquel Saiz de Blue Salón desde Torrelavega (Cantabria).

El cambio nos puede generar miedo o puede ser un motor constante cuando existe insatisfacción. Los dos extremos con respecto a la imagen explican qué nos está sucediendo. Y luego está el modo en el que aceptamos aquello que a priori nos producía rechazo o simplemente, indiferencia. “Algo extravagante visto en un escaparate quizá no nos llame la atención, pero cuando empezamos a ver a alguien que lo lleva, incluso compañeros de trabajo, las apariciones en las marquesinas, entonces domesticamos en nuestra mente esa tendencia que nos parecía extrema hasta hacerla nuestra. Cambiamos nuestra percepción para poder formar parte de un entorno, la adoptamos para integrarnos. Es como en los diferentes barrios de las ciudades que se viste con un estilo diferente muy característico. También es importante cómo abrazamos lo radical cuando todo el mundo lo hace, como las coloraciones de fantasía de los últimos meses.” sostiene Gonzalo Zarauza, peluquero y asesor de imagen desde San Sebastián.