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La coloración, mucho más que una cuestión de edad

El debate de las canas al aire sitúa a los servicios de coloración como una herramienta cuya única finalidad es combatir el paso del tiempo. Sin embargo, independientemente de la elección libre de cada mujer, el color tiene mucho más que ofrecer.

Desde hace algún tiempo, cada vez más mujeres deciden mostrar su cabello natural, con canas. Tras esta elección suele estar el deseo de abrazar la belleza propia y aceptar el paso del tiempo, un gesto que algunos consideran valiente y que otros califican de ‘rendición’, como hizo el diario Daily Mail con las canas de la Reina Letizia.

Sin embargo, pensar en el color como un mero parche antiedad es hacer un reduccionismo injusto de su verdadero potencial. Independientemente del tono escogido (negro, blanco, gris, rubio, azul…), el color de nuestro cabello es un elemento clave de nuestra personalidad, nuestra confianza y nuestra esencia. Algo mucho más profundo que un simple número.

El color y su enorme potencial

Para ​ Conchi Arias, fundadora de Campos Curlyhair (Granada), «la coloración da al cabello una sensación de mayor volumen, luminosidad y, dependiendo de la técnica empleada, profundidad. En concreto, me gusta mucho cómo queda en melenas rizadas, tanto si realizamos mechas en positivo como en negativo, porque le da al nervio del rizo mayor visibilidad y carácter, crea volúmenes y un aspecto multitonal».

Además, más allá de la edad, los colores transmiten distintos tipos de personalidad y no todas ellas encajan en la escala de grises.

En este sentido, Mª José Llata, directora de Peluquería Llata Carrera (Cantabria), apunta que «cuando un profesional es capaz de visualizar nuestro color ideal, el que realza el aspecto de nuestro cabello, nuestra apariencia mejora y nos llenamos de confianza. Es un cambio positivo que el entorno también aprecia y lo hace saber, consiguiendo que siga el empoderamiento y vayamos pisando fuerte.»

Las canas se vuelven protagonistas

«Tengo muchas clientas que deciden dejarse las canas. Suelen ser personas a las que les preocupa el medio ambiente, comer saludable, hacer ejercicio y cuidar de su cabello de forma más natural, agrediéndolo menos», explica Conchi Arias. «Para mí, denotan un empoderamiento brutal. Decir, «esta soy yo y no voy a ir contra la naturaleza», aceptar el paso del tiempo con alegría y la cabeza bien alta. Son personas que dejan de preocuparse por la edad y priorizan todo lo que sea natural y beneficioso para su salud.»

A la hora de dar el paso y dejarse las canas, Mª José Llata recomienda hacerlo de forma progresiva: «Yo las animo a ir suavizando el tono, a través de reflejos o mechas. A quienes no llevan ningún tipo de color, les recuerdo que las canas necesitan mucho cuidado, para que no amarilleen y adopten un aspecto descuidado. Por ejemplo, es adecuado aplicar tratamientos de ácido hialurónico. También les recomiendo acompañar este estilo con un corte atrevido y si, además, se dan un gloss rojo en los labios… ¡el resultado es fantástico!»