Cuidados postsolares: los cuidados que resetearán tu melena
Cuando acaba el verano en nuestros recuerdos llevamos todas las experiencias vividas. Las largas sobremesas con amigos, los atardeceres más bonitos, las charlas sin reloj y los paseos en los que no existe tiempo. Volvemos llenos de energía y con el ánimo restaurado después de un año intenso. Y al llegar a casa nos damos cuenta de que tanto relax ha podido pasar factura a nuestra melena, la misma a la que antes de irnos de descanso le dimos un toque de luz con unas nuevas mechas, o bien, por fin la coloración, más extrema que siempre soñábamos.
El verano es necesario con sus días largos en la playa, las siestas bajo un árbol y los chapuzones refrescantes en la piscina; pero si no seguimos los cuidados necesarios, podemos regresar con el pelo arruinado. El verano es una acumulación de experiencias, pero también es un estrés para nuestra melena.
Los efectos del calor, la sal, el cloro y el salitre tienden a resecar el pelo, lo deshidratan y eso conlleva encrespamiento. Además, si tenemos el pelo teñido, esos efectos se intensifican. La fibra capilar se vuelve más frágil y si no tomamos ningún cuidado, podemos incluso provocar su rotura.
Tal y como asegura Gonzalo Zarauza de Centro Beta, estilista y asesor de imagen en San Sebastián: “El sol actúa como un agente deshidratante, favoreciendo la rotura de las puntas. Y si además nos exponemos de forma extrema y sin protección, acelera el proceso de envejecimiento y la pérdida de elasticidad de la fibra capilar. Algo parecido sucede con el agua de mar, cuyo pH alto elimina el brillo y su flexibilidad. Y en cuanto al cloro, reseca muchísimo el cabello y altera la pigmentación, tanto en pelo natural como teñido, con más incidencia en estos últimos.”
Por todo ello, a la vuelta del verano, los servicios más demandados en los salones son aquellos que restauran el brillo, el color, la hidratación y la vitalidad con tratamientos que nutren en profundidad y restablecen el equilibrio perdido. Pero cada caso es único con lo que lo primero es un buen diagnóstico como nos sugiere José García de José García Peluqueros en Pamplona: “Antes de realizar cualquier servicio, de color o simplemente un corte, el peluquero debe examinar el estado de la melena con la que va a trabajar. Mucho más si lo que quiere la clienta es una verdadera cura revitalizante. El pelo de cada persona tiene sus características y percibe los daños de diferente manera, y, además, no debemos olvidar de comprobar cuál es el estado del cuero cabelludo. Hoy en día existen aparatos en los salones que permiten examinar la fibra capilar en su interior porque el equilibrio solo se consigue desde dentro hacia afuera.”
A la hora de tratar nuestro pelo existen numerosos protocolos a base de ingredientes naturales que respetan su naturaleza y que le aportan vitaminas y minerales capaces de restituir su salud y belleza. Sin embargo, los logros del salón, deben conservarse con rutinas en casa. Alexander Kiryliuk, director de SK Style Barcelona, nos recomienda: “Uno de los consejos para mantener sano y cuidado el pelo es durante el lavado. Aconsejo cepillar el pelo antes de lavarlo, mojarlo bien y cuando lo enjabonemos, frotarlo con cuidado. Si somos demasiado bruscos, activaremos las glándulas sebáceas y haremos que el pelo se ensucie antes. También, es importante utilizar siempre un acondicionador acorde a nuestro tipo de pelo. Es lo que nos proporcionará hidratación y reparación. Si tenemos una larga melena, lo aplicaremos de la raíz a las puntas para ir desenredándolo con los dedos. Así conseguiremos que esté más suave y brillante.”
Pero los cuidados no acaban con el lavado, el uso de mascarillas semanales y de pequeños hábitos ayudarán a que nuestra melena se mantenga brillante y, sobre todo, sana. Por ejemplo, las mascarillas son aun más beneficiosas si al aplicarlas la dejamos actuar con una toalla caliente, el calor abre la cutícula y permite que los principios activos penetren con mayor facilidad.
En cuanto al peinado, Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros en Málaga, recomienda: “Nada de frotar la cabeza para eliminar el exceso de agua en el pelo. Lo único que conseguimos es encresparlo e irritarlo. Lo mejor es utilizar un turbante de microfibra para que absorba la humedad. Para desenredar, mejor hacerlo con un cepillo de fibras naturales para pelos finos y extensiones, son mucho más delicados y evitan los tirones y que, por tanto, se rompa el pelo. Consiguen peinar sin necesidad de friccionar en exceso el pelo y los recomiendo si el pelo es frágil y tiende a romperse. Al secar la melena, otro consejo es que lo hagamos dirigiendo el calor desde la raíz a las puntas para que las cutículas estén cerradas y protegidas.”